martes, 11 de septiembre de 2012

Cruz Roja


El filántropo que logró más proyección internacional y sostenibilidad de su obra humanitaria es, sin duda, el suizo Henri Dunant, ya que fue el creador de lo que hoy conocemos como el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, que están presentes en 187 países y han aliviado y alivian el sufrimiento de millones de personas --en guerras, desastres naturales, epidemias y otras calamidades-- sin importar el bando en que se ubiquen en un conflicto determinado, su religión, su raza, su etnia u otra particularidad.

Precisamente hoy se conmemoran en nuestro país los 75 años de fundación de la Cruz Roja Hondureña, que forma parte de ese gran movimiento internacional de voluntariado que nació de los horrores de la guerra y del abandono de los soldados heridos, observados por su fundador en Italia, en 1859.
La Cruz Roja hondureña ha hecho grandes aportes tanto en los momentos más difíciles, ya sea por los conflictos sociales o los desastres naturales que han sido una constante en nuestra historia, como en despertar en la niñez y en la juventud la solidaridad humana que nos obliga a ayudar a los más necesitados.
A los trabajos de socorro, la Cruz Roja también suma la eficiencia de su estructura organizacional, que colabora con diferentes instituciones públicas y privadas, gracias a la cooperación nacional e internacional, en materia de salud, educación y prevención ante la vulnerabilidad, etc.
Gracias a ese trabajo tesonero, a una administración eficiente y honesta, la Cruz Roja Hondureña, presidida desde 1982 por doña Meneca de Mencía, cuenta con el respaldo de sus homólogas de los países subdesarrollados y del resto de la cooperación internacional y nacional, así como con el cariño y la contribución de gran cantidad de hondureños que ejercitan allí el voluntario de diversas formas.

La creciente vulnerabilidad ante los desastres naturales, la crisis económica y la inseguridad en general elevan cada vez más los retos de la Cruz Roja, pero en la medida en que mantenga o mejore su capacidad administrativa, organizacional y de atención, también aumentarán la confianza y el apoyo de cooperantes y voluntarios nacionales e internacionales.

Los 75 años transcurridos desde su fundación en Honduras han sido de éxitos, y no dudamos que los venideros lo serán aún más.
¡Felicidades cruzrojistas hondureños!

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